Con esta bicicleta he recorrido muchísimos lugares de Málaga. Desde sus maravillosos montes en el frío invierno hasta las cálidas playas.
Aprendí a montar en bicicleta muy pequeña. Aún recuerdo el día que mi padre le quitó las dos ruedas de atrás de la la bici y me soltó para que andase sola.
Me caí varias veces pero siempre levantándome. Él siempre me decía que para conseguir un propósito nunca tenía que rendirme y luchar por ello.